Desde siempre, la industria de la construcción ha formado parte esencial dentro de la sociedad, ya que esta afecta de forma directa el desempeño, el desarrollo de la sociedad y el crecimiento de las comunidades. Ya sea para la edificación de complejos habitacionales, centros de recreación y desarrollo, así como de grandes edificios de oficinas que puedan albergar nuevos lugares de trabajo. 

Es por esto que uno de los puntos centrales para la construcción de nuevos espacios sea el tipo de materiales que se van a utilizar. No basta con tener un lugar de gran elegancia o con un diseño arquitectónico único si las piezas usadas no son funcionales y comienzan a deteriorarse de forma muy acelerada, ya que incluso podrían poner en riesgo la salud de quien o quienes ocupan dichos espacios. 

Los metales, por ejemplo, son parte básica de cualquier trabajo dentro de la industria, ya que estos son lo que sentarán las bases para las tuberías y cimientos de la construcción. Y aunque en ocasiones no son tan perceptibles a primera vista, resulta ser de suma importancia elegir los más adecuados en función de su uso, en especial si estos van a estar en contacto directo con los cambios de clima. 

Cuando un metal entra en contacto con el medio ambiente en el que se encuentra, comienza a tener transformaciones físicas y químicas que lo dañan, reduciendo su utilidad e incluso llegando a deteriorarse por completo. En especial, los que tienen contacto directo con el agua pueden corroerse, por lo que es necesario usar un recubrimiento especial que pueda prolongar su vida útil. 

Qué es el recubrimiento metálico y para qué sirve

Cuando se habla de recubrimiento metálico, básicamente se hace referencia a cuando un metal es cubierto con otro de menor o mayor valor económico, ya sea de aluminio, estaño, níquel o aleaciones de acero inoxidable. Esto permitirá que los metales sean mucho más resistentes, en especial si van a ser usados en ambientes de trabajo extremo. 

El recubrimiento metálico tiene como objetivo proveer una protección extra para las estructuras y las piezas de metal, sobre todo cuando van a estar sometidas a condiciones extremas de desgaste, tales como el calor, los esfuerzos mecánicos e incluso los rozamientos con otras piezas de la construcción. 

Para lograr proteger a los metales con este tipo de recubrimientos, se usan diversas técnicas de inmersión del metal en otro producto. La fundición es una de las técnicas más populares y usadas para el recubrimiento, ya que en esta se funde el material que va a servir de capa protectora para el hierro, una tarea que da como resultado una cobertura uniforme y muy efectiva. 

Otra de las técnicas más usadas para el trabajo de recubrimiento metálico es la llamada por laminación, la cual consiste en laminar dos metales de forma superpuesta para provocar una adherencia entre ambos, otro de los procesos que también resulta muy efectivo. 

Dentro de las técnicas más comunes para llevar a cabo el recubrimiento metálico, también podemos encontrar el galvanizado, el cual se lleva a cabo a través de un proceso electroquímico, en el cual un metal logra cubrir al otro. Sin embargo, cada uno de estos dependerá directamente para el uso que se les vaya a dar o el tipo de construcción en la que tengan que ser utilizados. 

Si tienes dudas sobre el tipo de materiales que necesitas para la construcción de un nuevo proyecto, no dudes en contactarnos, ya que aquí podrás apoyarte con el consejo de los expertos en el tema, quienes te brindarán toda la ayuda que necesitas para tener éxito en cada una de tus obras.