Las persianas son el accesorio ideal para vestir de estilo tu casa u oficina. Si ya forman parte de tu decoración, proporcionales el mantenimiento adecuado para que luzcan como nuevas por mucho más tiempo.

El tiempo de vida de una persiana depende del mantenimiento, con uno adecuado las persianas de PVC pueden durar varios años sin que se note el desgaste, algunas llegan a vivir más de 10 años, pero todo dependerá del material en el que estén elaboradoras, dónde se cuelguen y los cuidados que se le brinden.

Cuidado de persianas

Existen otros factores que determinan la vida útil de una persiana, como el estar detrás de un vidrio de un solo panel o el ubicarse en exterior, pues los rayos ultravioletas hacen que se evaporen los plastificantes así como los tejidos o disminuya el color con el paso del tiempo; también las herramientas y productos de limpieza que se utilicen para su aseo, incluso el cuidado que se tengan al enrollarlas, juegan un factor muy importante.

Al momento de limpiarlas no emplees un cepillo de cerdas duras, tampoco laves el tejido por partes, puede generar marcas o manchas localizadas. Incluso secar la tela directamente al sol llega a afectar el tejido. El uso de químicos como blanqueadores o detergentes fuertes puede dañar severamente el material de la persiana. Evita rozar los bordes de la tela porque el tejido se maltrata o deshilacha.

Otro factor a tomar en cuenta es el contacto directo con muebles, personas o mascotas, pues el paso constante o la obstrucción con objetos llega a afectar su estructura, mecanismo y tejidos, de ahí que resulte tan importante que se elaboren con precisión milimétrica, es decir, a la medida.

Cuidado de persianas

MultiTip:

El cuidado de una persiana depende del material con el que esté elaborada, así como el tipo y modelo, pero en general debes hacerte de unas que te ofrezcan condiciones de garantía, que se puedan limpiar fácilmente con un paño ligeramente húmedo, sin detergente, de forma gentil y suave. Algunas texturas se pueden fregar con un cepillo suave, pero recomendamos siempre preguntar al fabricante antes de hacerlo.

Un error común y que afecta terriblemente la estructura de una persiana es intentar abrir una ventana o puerta cuando la persiana se encuentra obstaculizando el paso, ¡evítalo! Tampoco recuestes objetos sobre tus persianas, mucho menos retires ninguna pieza, por más minúscula que sea, puede perjudicar su funcionamiento.

El secreto para un buen funcionamiento de los mecanismos que accionan una persiana es lubricarlos o engrasarlos por lo menos una vez al año. Eso sí, ten precaución y cuidado con el tejido.

Jamás barras, aspires o trapees el piso sin antes subir la persiana, los golpes, sacudidas o un exceso de agua o solventes para limpieza pueden llegar a dañar el tejido de la pieza y en ocasiones su estructura no vuele a ser la misma.